Homeopatía

Homeopatía

¿Qué es la Homeopatía?

En la opinión de la mayoría de los profesionistas médicos de los Estados Unidos, la homeopatía no es nada más que charlatanería. Mientras las hierbas y los suplementos han permanecido en general apartados de la medicina normal, los médicos no tienen problemas para aceptar en principio que éstas podrían tener efectos en el cuerpo. En contraste, la homeopatía es un enfoque para curar que suena casi mágica: Los remedios homeopáticos están tan fenomenalmente diluidos que no contienen sustancia material excepto azúcar pura (vea abajo). Los defensores de la homeopatía afirman que estos remedios llamados "de alta potencia" plantean alguna clase de campo de energía curativa - un concepto que no sienta bien con los profesionistas médicos que suelen ver al mundo desde una perspectiva científica.

No obstante, la homeopatía se usa ampliamente incluso hoy en día, especialmente en el Reino Unido, aunque también en los Estados Unidos y otros países. Algunos estudios parecen proporcionar evidencia de que los remedios homeopáticos pueden ser eficaces.

El término "homeopatía" está formado de la combinación de dos palabras griegas: omio que significa "igual" y pathos que significa "sufrimiento."1 Esta etimología refleja la creencia homeopática de que una sustancia que causa ciertos síntomas en una persona saludable puede curar una persona enferma de síntomas similares. Aunque esta teoría suena superficialmente similar al principio detrás de las vacunas, en realidad la homeopatía funciona en una forma diferente. La teoría homeopática tiene algo de relación a las antiguas tradiciones curativas, pero en muchas formas permanece únicamente en su propia base, sin relación a otros enfoques.

El Origen de la Homeopatía

La homeopatía es invento de Samuel Christian Hahnemann, nacido en 1755 en Dresden, Alemania e instruido como médico.

Las prácticas médicas del siglo XVIII fueron extraordinariamente inútiles e invasivas. Un buen ejemplo es el retiro de sangre. Comúnmente los doctores les sacaban a sus pacientes una pinta de sangre o más por tratamiento, creyendo que aceleraría la curación. No obstante, es mas probables que el retiro de sangre dañara la capacidad de recuperación del paciente, en lugar de fortalecerla, y la práctica es indudablemente responsable de muchas muertes.

Los médicos también usaban laxantes fuertes para "purificar" el cuerpo. Estos purgantes incluían medicamentos muy tóxicos que contenían mercurio o arsénico, y ellos, también, contribuían a la gran guardia de peligro de ser visitados por un doctor.

Samuel Hahnemann rápidamente se desilusionó por los procedimientos médicos estándares de su tiempo; abandonó su práctica médica y mantuvo a su familia, en parte, traduciendo al alemán textos científicos y médicos viejos. En 1790, mientras traducía el texto de William Cullen Materia Medica, se conmocionó por la falta de base experimental para los usos sugeridos de medicamentos por Cullen. Hahnemann se preguntaba cómo los doctores podrían justificar el recetar sustancias tóxicas sin conocer siquiera sus efectos en la gente sana. Él llegó a creer que había una correlación entre los síntomas resultantes de las dosis tóxicas de una sustancia dada y los síntomas a curar para los que se usaba la sustancia.

Para explorar su nueva teoría, Hahnemann empezó a recopilar reportes de intoxicaciones accidentales. Más tarde, analizó varias sustancias sobre él mismo y documentó sus reacciones ante ellas.

Por ejemplo, él había leído que la Cinchona officinalis, o corteza peruana, era usada por los indígenas sudamericanos para tratar la malaria. Hahnemann tomó una dosis alta de Cinchona officinalis y su cuerpo reaccionó estallando en fiebre. Ya que la malaria se caracteriza por fiebre, él percibió su propia fiebre como una evidencia de que una sustancia para tratar una enfermedad producía síntomas similares en un individuo saludable.

Luego Hahnemann se propusó experimentar sistemáticamente con esta hipótesis, ingiriendo otras sustancias y observando cuidadosamente sus reacciones ante ellas. También le dio las sustancias a otras personas saludables. Hahnemann tomó notas detalladas de las reacciones. Registró no sólo los síntomas físicos principales, como fiebre, sino prácticamente cualquier sensación experimentada por la persona, incluyendo detalles como un deseo de acostarse en su costado izquierdo o la inquietud que empeoraba a principios de la noche.

Estas " pruebas," como él las llamaba, fueron registradas en los textos médicos homeopáticos (p.e., en Homeopathic Materia Medica) y se volvieron la base para el tratamiento homeopático.

Las Tres Leyes

Basado en sus observaciones, Hahnemann postuló tres leyes principales de la homeopatía: Las primeras dos propuestas a principios de su práctica, la tercera después de 20 años de práctica. (También hay al menos otras seis leyes relativamente menores.)

La primera ley se conoce como la Ley de los Similares, o "lo semejante cura lo semejante." Esta ley declara que "una sustancia que produce un cierto conjunto de síntomas en una persona saludable tiene el poder de curar a una persona enferma que manifieste esos mismos síntomas." La segunda ley, o Ley de los Infinitesimales, declara que diluir un remedio lo hace más poderoso.

Estas dos leyes en combinación definen el método de creación de los remedios homeopáticos. El siguiente es un ejemplo: La sustancia ipecac (actualmente un remedio casero sin receta para la intoxicación) causa vómito. De acuerdo a la primera y segunda leyes de la homeopatía, el ipecac diluido trataría potencialmente el vómito y entre más diluido estuviera, más eficaz sería.

La tercera ley de Hahnemann, la Ley de la Enfermedad Crónica, declara que "cuando la enfermedad persiste a pesar del tratamiento, es el resultado de una o más enfermedades que afectan a muchas personas y han sido llevadas profundamente dentro del cuerpo por la terapia alopática anterior."2

La palabra "alopático," actualmente se usa algunas veces para describir la medicina convencional, fue también una creación de Hahnemann y se usó como el opuesto de "homeopático." Alopático significa "diferente a la enfermedad," mientras homeopático significa "igual a la enfermedad." En otras palabras, la homeopatía usa remedios que, cuando se toman en altas dosis por personas saludables (de acuerdo a la primera ley) causan síntomas similares a los de la enfermedad que se planea tratar. No obstante, los remedios alopáticos usados por los médicos convencionales, como la prednisona para el asma, no tienen la misma relación. Estos simplemente alivian los síntomas y por esa razón (de acuerdo a la teoría homeopática) no llegan al corazón del problema.

Hahnemann sintió que los tratamientos alopáticos en realidad eran dañinos. Una persona con sarpullido cutáneo proporciona un ejemplo. Para Hahnemann, tal enfermedad representa el intento del cuerpo de "liberar" una enfermedad más profunda. El tratamiento homeopático busca facilitar tal liberación. En contraste, los remedios alopáticos, como la crema de cortisona, "suprimen" el sarpullido y de este modo llevan a la enfermedad de vuelta al cuerpo.

Note que los remedios herbales también son alopáticos, de acuerdo a este principio. Tomar la hierba de San Juan para la depresión, de acuerdo a la homeopatía, tiene igual probabilidad de empeorar el problema subyacente que usar Prozac. Además, se dice que las hierbas, al igual que los medicamentos, interfieren con la eficacia de los remedios homeopáticos. Así que, contrario a la opinión popular, la homeopatía y la medicina herbal no son compatibles.

En trabajo posterior desarrollando la tercera ley, Hahnemann elaboró los diversos tipos de enfermedades profundamente arraigadas que podían ser las raíces de muchas enfermedades. Al final, él se enfocó en la psoriasis y sífilis como los "miasmas" subyacentes primarios debajo de muchos problemas de salud. No obstante, este rasgo de su teoría es menos popular con los médicos homeopáticos de hoy en día.

Disoluciones Homeopáticas

Como se mencionó anteriormente, la segunda ley de la homeopatía requiere que el tratamiento homeopático sea diluido para el máximo efecto. Hahnemann desarrolló técnicas para controlar la concentración, o disolución, de las sustancias para crear los remedios homeopáticos. Primero, tomó la sustancia y la conservó en un solvente, normalmente alcohol. Las sustancias que usó fueron plantas y minerales. Después de dejar que la sustancia reposara por un mes, virtió el líquido, lo que se convirtió en la "disolución madre." Luego, tomó una gota de la disolución y le añadió 99 gotas de alcohol puro. Luego mezcló el líquido precipitando el contenedor sobre una superficie dura, un proceso llamado "sucusión." Los médicos homeopáticos creen que la crepitación pleural es esencial para crear un remedio efectivo.

El primer paso crea un remedio con una disolución de una parte en 10 2 o 100. Esta disolución será anotada por "c," de centesimal (indicando una disolución de dos factores de 10), o por los términos 2x o D2 (x y D, cada uno, indican un factor de 10). La disolución continúa, siempre añadiendo una parte de la tintura a 99 partes de alcohol y haciendo crepitación pleural a cada paso. Dicho proceso realizado seis veces conlleva a un remedio 6c (o 12x o D12) y así sucesivamente.

Algunas veces se hacen los remedios homeopáticos con sustancias que son insolubles. En este caso, se muelen, se mezclan con lactosa y luego se convierten en remedios. A veces, la gente hace remedios homeopáticos diluyendo una parte de la tintura a nueve gotas de alcohol en cada paso, para hacer una disolución 1x o D1.

El proceso completo de creación de los remedios homeopáticos se llama "potenciación," basados en la teoría de que cada disolución sucesiva hace al remedio más potente. Hoy, se pueden comprar remedios homeopáticos que consisten de pequeñas pastillas blancas de azúcar de leche que han absorbido la solución potenciada. Otros remedios están en forma de líquidos para ingerir o cremas para usar externamente.

Formas Especiales de Remedios Homeopáticos

Además de los remedios homeopáticos estándares que usan sustancias sin relación que parecen producir un síntoma similar, hay otras dos formas especiales de remedios homeopáticos que usan sustancias específicamente relacionadas con la enfermedad.

Los remedios isopáticos se hacen de la sustancia real que causa la enfermedad. Por ejemplo, la pelusa de gato, homeopáticamente preparada (conteniendo cero moléculas de pelusa de gato), podría usarse para tratar la alergia a los gatos.

Los nosodes se hacen de tejidos animales infectados o secreciones corporales. Por ejemplo, las glándulas infectadas de tuberculosis de una vaca podrían diluirse homeopáticamente para crear un remedio para la tuberculosis humana.

La Práctica de la Homeopatía: Homeopatía Constitucional contra Homeopatía orientada a la Enfermedad

Basada en la teoría de Hahnemann sobre la homeopatía, una práctica evolucionó a lo que ahora se conoce como homeopatía constitucional (o clásica). Este arte holístico observa el cuadro sintomático de una persona, incluyendo información psicológica, emocional, física y hereditaria y trata de elegir un remedio apropiado. No obstante, recientemente se ha desarrollado una forma simplificada de homeopatía, la homeopatía orientada a la enfermedad (o síntomática), en la que los remedios se dan en base solamente a enfermedades específicas.

Ambos tipos de homeopatía se han estudiado científicamente, aunque la homeopatía orientada a la enfermedad ha recibido más atención por la simple razón de que es más fácil de estudiar.

La Homeopatía Hoy en Día

La homeopatía es altamente respetada en la Gran Bretaña, donde es parte del sistema de cuidado de salud nacional. También se usa ampliamente en la India y, en menor grado, en Francia, Alemania, los Países Bajos, Grecia, Sudáfrica y Sudamérica. En los Estados Unidos, la homeopatía nuevamente se está generalizando después de un período de declive.

En los E.U., los remedios homeopáticos sin receta están disponibles en las farmacias y tiendas naturistas. A diferencia de las hierbas y suplementos, a los fabricantes de los productos homeopáticos se les permite hacer fuertes afirmaciones de curación en las etiquetas, en parte debido a que uno de los fundadores de la organización que se convirtió en la Food and Drug Administration, el Senador Royal Copeland, era un médico homeopático. El se aseguró de que a las medicinas homeopáticas se les diera un nivel especialmente protegido.

Evaluación Científica de la Homeopatía

A pesar de su aceptación generailzada en algunos países, las autoridades científicas más modernas no toman seriamente a la homeopatía, situándola en la misma categoría que las máquinas de movimiento perpetuo, fantasmas y E.S.P. Hay varias razones para este escepticismo intenso, pero las más importantes se enfocan en un hecho básico de la química. Simplemente dicho, no hay absolutamente nada material en un remedio homeopático de "alta potencia"; cierta fuerza de la naturaleza desconocida para la ciencia moderna tendría que estar involucrada si es que la homeopatía es eficaz.

He aquí el porqué. En el proceso de hacer un remedio homeopático 30X, la sustancia original es diluida por un factor de una parte en 10 30. Esta es una enorme disolución que ni siquiera es probable que permanezca una sola molécula. Tal remedio es simplemente pura azúcar (si la forma es una pastilla de azúcar) o agua pura (si la forma es una tintura). Incluso disoluciones más altas están en uso, algunas tan vastas que podrían usar la tierra completa como material inicial y aún así no terminar con una sola molécula del material original en el remedio resultante.

Debido a esta realidad química, la comparación de la homeopatía a las vacunas, como se anticipó por muchos médicos homeopáticos, queda corta. Las vacunas contienen una gran cantidad de sustancias, una cantidad que puede medirse y pesarse y que estimula al sistema inmune. Los remedios homeopáticos de alta potencia, en contraste, no contienen nada en absoluto. (Los remedios de potencia baja contienen una cantidad medible de sustancias, pero se supone que son menos efectivos que las formas de potencia alta, que están físicamente libres de contenido.)

Algunos investigadores han especulado que los remedios homeopáticos producen alteraciones sutiles en la estructura del agua en la que se disuelven.3 No obstante, la mayoría de químicos y médicos no creen que estas hipótesis sean científicamente significativas; parecen más como estudio limitado o pseudociencia, tal como la investigación OVNI.

También hay otros problemas con la homeopatía. En principio, es difícil entender por qué una sustancia que produce ciertos síntomas cuando se toman en sobredosis deben curar una enfermedad que sólo incidentalmente parece poseer los mismos síntomas. Esta hipótesis parece demasiado simple y poco convincente, demasiado ordenada y perfecta como para reflejar el mundo desordenado de la enfermedad humana.

Además, los cuadros sintomáticos detallados sobre los que la homeopatía constitucional se basa parecen ser demasiado específicos y personales para ofrecer cualquier probabilidad de verdad universal. Por ejemplo, se dice que el remedio homeopático Sulfuro es útil para la gente con labios rojos, postura encorvada y con una tendencia al desorden en los asuntos personales. Una pequeña selección de otras características supuestas de este remedio incluyen hambre de mediodía y una tendencia a la incomodidad incrementada de cualquier síntoma físico que podría estar experimentando después de la exposición al aire frío o al movimiento y entre las 10:00 y las 11:00 a.m.

Estos síntomas fueron reunidos a través de múltiples experiencias de sobredosis (comprobaciones homeopáticas). No obstante, desde una perspectiva científica, es difícil creer que la mayoría de la gente con sobredosis de sulfuro experimente síntomas ampliamente similares a estos (así como las diversas páginas de otros síntomas comúnmente asociados al remedio). Para ser científicamente rigurosos, las pruebas deben ser doble ciego controladas por placebo. De lo contrario, los participantes son propensos a experimentar síntomas simplemente porque lo esperan y los observadores también tenderán a observar el cuadro sintomático esperado. Desafortunadamente, pocas de las comprobaciones usadas para definir los tratamientos escogidos por los homeópatas fueron realizados de forma científicamente fiable.4 La evidencia sugiere que cuando las comprobaciones son realizadas bajo condiciones rigurosas, los síntomas observados están dispersos, en lugar de caer en un patrón ordenado y consistente.5

Así que ante esto, la homeopatía parece ser un método que no debe tener una posibilidad remota de ser cierta. No obstante, algunos estudios han encontrado evidencia de que los remedios homeopáticos, de hecho, alivian los síntomas de la enfermedad. Muchos de estos fueron estudios doble ciego controlados por placebo, la clase de estudio más significativa.

¿Cómo puede resolverse esta contradicción?

Una posibilidad es que la homeopatía opere vía alguna fuerza misteriosa nueva que la ciencia todavía ha fracasado en descubrir. Otra interpretación menos optimista es que los ensayos positivos podrían ser demasiado defectuosos como para significar algo - aunque fueran doble ciego.

En 1997, los científicos Klaus Linde, Nicola Clausius y otros, publicaron una revisión innovadora de todos los ensayos controlados por placebo de los remedios homeopáticos. Este artículo apareció en una prestigiada revista británica, The Lancet.6 Los autores deseaban determinar si había suficiente evidencia en total para decir que la homeopatía tiene beneficios más allá del efecto placebo. Los resultados de este metaanálisis fueron positivos y habían sido ampliamente citados por los defensores de la homeopatía para concluir que el método había demostrado ser efectivo.

No obstante, no todos los ensayos doble ciego controlados por placebo son creados igual. Los defectos de diseño claramente sutiles pueden invalidar los resultados de un estudio que a primera vista parece riguroso. En 1999 los autores volvieron a analizar los datos y observaron una relación directa entre la calidad del estudio y la cantidad de beneficio observado: Entre mayor es la calidad, menor es el beneficio.7, 8 Basados en esto, Linde y otros concluyeron que su metaanálisis original sobreestimó el alcance al cual la homeopatía había resultado más efectiva que el placebo.

No obstante, desde entonces se han reportado estudios positivos, algunos de los cuales parecen estar bastante bien diseñados. Entonces, ¿realmente funciona la homeopatía?

Quizás. Pero cuando un método parece, a simple vista, científicamente imposible, requiere apropiadamente un alto nivel de evidencia antes de que pueda aceptarse como cierto. Ciertamente la homeopatía todavía no ha alcanzado este nivel de evidencia y por ende tiene que ser considerada en el presente como una terapia no comprobada.

Qué Esperar de una Sesión con un Médico Homeopático

Para entender cómo funciona una visita a un médico homeopático, considere el siguiente escenario imaginario: Sam se ha sentido tenso y nervioso por meses. Su carga de trabajo se ha incrementado dramáticamente desde que empezó un nuevo empleo el último año. Él no ha estado durmiendo bien y está perdiendo peso. Su médico convencional recomienda un programa de reducción del estrés consistiendo en ejercicio ligero y relajación regular, pero en lugar de ello él decide probar con homeopatía clásica.

Su consulta homeopática inicial consiste de una entrevista prolongada. La homeópata toma nota de los pequeños matices que puideron no haber sido considerados importantes por un médico convencional. Además de su nerviosismo, Sam ha estado sufriendo de sangrados nasales frecuentes, fácil aparición de moretones, tos seca, ronquera en ocasiones y diarrea ocasional y dolores de estómago.

La doctora pregunta si las bebidas frías alivian su dolor de estómago y Sam asiente con la cabeza. Luego, la homeopata le hace varias preguntas sobre su antecedente familiar, personalidad y tendencias psicológicas. Sam dice que él es extrovertido y amigable y le gusta la compañía. "No tendría miedo de las tormentas eléctricas," ella pregunta, y Sam contesta que, de hecho, sí. La entrevista continúa por una hora.

Basada en su análisis de la "constitución" de Sam revelada por la indagación detallada, la homeopata selecciona cuidadosamente un remedio homeopático que iguale, basado en la descripción clásica en Homeopathic Materia Medica. Este texto reporta los síntomas que se esperan cuando se toma una sobredosis de varias sustancias. Estas descripciones son complejas y elaboradas, cubriendo síntomas físicos y psicológicos que se desarrollaron en la gente que asumió el experimento; tomados juntos, representan el "cuadro sintomático" del remedio.

La homeopata de Sam selecciona el remedio Fósforo, ya que su cuadro sintomático lo iguala muy bien. Se le dice que tome el remedio por tres meses. Durante el período de tratamiento, se le aconseja evitar el uso de cualquier medicamento farmacéutico, hierbas medicinales (como la hierba de San Juan) o alimentos con propiedades similares a los medicamentos (p.e. café) ya que tienen propiedades que pudieran "plantear un antídoto" (contrarrestar) para el efecto del tratamiento. Al final de tres meses, se le aconseja llamar para una visita de seguimiento, al punto en el cual se le podría dar un nuevo remedio para tratar problemas "más profundos" que podrían surgir.

Nota: Esta descripción se aplica a los médicos que usan la homeopatía clásica o constitucional. Muchos médicos alternativos usan los remedios homeopáticos para tratar enfermedades particulares y usan hierbas y suplementos junto con ellos.

Una Nota Acerca de la Seguridad

Aunque permanecen objeciones serias concernientes a la eficacia posible de la homeopatía, casi no hay duda de que en un aspecto, al menos, Samuel Hahnemann logró su objetivo cuando inventó el tratamiento: Aún si no funciona, posiblemente no puede causar daño directo.

Como se describió antes, la homeopatía surgió durante un período en la historia cuando la medicina convencional era con mucha frecuencia más dañina que útil. Fue la era de la "medicina heroica," durante la cual los tratamientos fueron elegidos más por el drama de sus efectos que por cualquier evidencia de eficacia. No obstante, frecuentemente los efectos más drásticos fueron los más peligrosos. Sangrar a los pacientes enfermos o inducir el vómito o la diarrea, fueron más probables de matar que ayudar a la gente.

Hoy en día, la medicina convencional es mucho más segura (sin mencionar que es más efectiva). No obstante, la mayoría de medicamentos farmacéuticos presentan al menos cierto riesgo. No así con los tratamientos homeopáticos. En una base química no hay nada en ellos (o, para las fórmulas de baja potencia, casi nada); por esta razón, es tan difícil concebir forma alguna en la que los remedios homeopáticos pudieran causar daño como lo es creer que pueden curar. Las tabletas homeopáticas son, por naturaleza, completamente no tóxicas.

No obstante, de acuerdo a los principios de la homeopatía clásica (o constitucional) contra la homeopatía orientada a la enfermedad (o sintomática), estos remedios pueden causar problemas. En el sendero hacia una cura, se decía que la exacerbación temporal de los síntomas ocurría frecuentemente. Se supone que tales "agravamientos homeopáticos" indican una "liberación" de los problemas subyacentes y por tanto vistos en última instancia como útiles, si bien temporalmente desagradables. No obstante, no hay evidencia significativa de que tales agravamientos ocurran a una tasa más alta de lo que se justificaría por la suerte (y la expectativa del paciente).9

Conclusión

Ya que las teorías de la homeopatía parecen contradecir las leyes básicas de la física, parece razonable insistir en que la homeopatía pasa un estándar más alto de evidencia que otras formas de la medicina alternativa y que todavía no lo ha hecho. Como veremos en páginas subsecuentes, algunos estudios aparentemente rigurosos parecen haber encontrado efectivos a los métodos homeopáticos. No obstante, muchos estudios adicionales han fracasado en encontrarla efectiva y, en general, el cuerpo de evidencia de respaldo es muy poco convincente como para superar una presunción de que no funciona. Los defensores de la homeopatía tienen trabajo considerable que hacer antes de que se le pueda dar a su método el crédito científico.

Tratamientos Homeopáticos Por Enfermedad

La homeopatía ha sido usada tradicionalmente para tratar prácticamente todos los problemas médicos concebibles. No obstante, esta base de datos se limita a las enfermedades para las que al menos un remedio homeopático se ha evaluado en un ensayo doble ciego controlado por placebo.

Referencias

1. Lockie A. The Family Guide to Homeopathy. Simon and Schuster;1989.

2. Weil A. Health and Healing. Houghton Mifflin Company;1995.

3. Gray B. Homeopathy: Science or Myth. Berkeley, CA: North Atlantic Books; 2000:51 - 99.

4. Dantas F, Fisher P. A systematic review of homeopathic pathogenetic trials ("provings") published in the United Kingdom from 1945 to 1995. In: Ernst E, ed. Homeopathy: A Critical Appraisal. London: Butterworth Heinemann;1998:69 - 97.

5. Fisher P, Dantas F. Homeopathic pathogenetic trials of Acidum malicum and Acidum ascorbicum. Br Homeopath J. 2001;90:118 - 125.

6. Linde K, Clausius N, Ramirez G, et al. Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? A meta-analysis of placebo-controlled trials. Lancet. 1997;350:834 - 843.

7. Linde K, Scholz M, Ramirez G, et al. Impact of study quality on outcome in placebo-controlled trials of homeopathy. J Clin Epidemiol. 1999;52:631 - 636.

8. Ernst E, Pittler MH. Re-analysis of previous meta-analysis of clinical trials of homeopathy [letter]. J Clin Epidemiol. 2000;53:1188.

9. Grabia S, Ernst E. Homeopathic aggravations: a systematic review of randomised, placebo-controlled clinical trials. Homeopathy. 2003;92:92 98.

Ultima revisión September 2015 por EBSCO Medical Review Board EBSCO CAM Review Board

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